La industria española que exporta sus productos al extranjero se muestra a finales de 2018 tan pesimista como en 2012, en plena crisis económica, según los datos del Indicador Sintético de la Actividad Exportadora (ISAE) del cuarto trimestre del año. El ISAE, que elabora el Ministerio de Industria para su Encuesta de Coyuntura de la Exportación, refleja una percepción negativa de las empresas sobre el comportamiento de la cartera de pedidos de cara a los próximos meses, llegando a niveles de los años más duros de la crisis. En concreto, el índice muestra un descenso de siete puntos con respecto al que se registraba el trimestre anterior. A diferencia de años anteriores, además, el indicador no mejora en el último trimestre del año con respecto al tercero.
El descenso del indicador se debe tanto a la percepción menos favorable del comportamiento de las exportaciones en el trimestre como a la evolución de las expectativas a tres y doce meses, incrementándose con respecto al trimestre anterior la percepción de evolución a la baja de los precios de exportación. También se eleva el porcentaje de quienes consideran que el margen de beneficio comercial de exportación descendió en el trimestre.
La evolución de la demanda externa continúa siendo el factor más mencionado por su incidencia positiva sobre la actividad exportadora (36,1%). No obstante, este porcentaje ha descendido por tercer trimestre consecutivo. Los siguientes factores más mencionados han sido la competencia en calidad, con un porcentaje muy similar al del trimestre anterior (23,1%) y la disponibilidad de los recursos humanos adecuados para la actividad exportadora (21,2%), cuyo porcentaje de menciones aumenta más de cuatro puntos.
En lo que respecta a la incidencia negativa, la competencia en precios es el factor más mencionado (58,6%), A cierta distancia, el segundo factor más mencionado es el precio de las materias primas (56,4%), porcentaje más de cinco puntos inferior al que se registraba en el tercer trimestre. A continuación se sitúa el precio del petróleo (50,3%). Entre los restantes factores, los más mencionados son la evolución de la demanda externa (36,6%) y el tipo de cambio (33,2%).
El indicador balance de la contratación de personal en actividades de exportación en el trimestre se sitúa en 3,1 puntos, lo que supone un descenso de más de dos puntos con respecto al del trimestre anterior (5,7). También desciende más de cinco puntos el indicador de las previsiones de contratación asociada a la actividad exportadora a corto plazo (3,1), casi siete el indicador de las previsiones de contratación a largo plazo (9,3) y más de cuatro el relativo a la percepción del grado de dedicación de la plantilla a las actividades de exportación (3,0).
Las perspectivas de exportación a corto plazo también son menos favorables para todos los destinos, excepto para el mismo grupo de países europeos, Norteamérica y África. Con respecto a los países que con mayor proporción las empresas exportadoras españolas consideran sus principales destinos a doce meses son: Francia y Alemania, Italia, EEUU, Reino Unido y Portugal. Tras este segundo grupo de países aparecen México o Marruecos, entre otros.
Por sectores de actividad, el valor del indicador es apreciablemente superior en los de productos energéticos (33,7), alimentación, bebidas y tabaco (29,4), manufacturas de consumo (16,0) y materias primas (14,4). Sin embargo, el valor del indicador es notablemente inferior y se sitúa en un valor de signo negativo en el sector del automóvil (-20,9), siendo también inferior, pero en menor medida, en el de semimanufacturas no químicas (0,9).