La Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique) y la Asociación Española para la Digitalización (DigitalES) reconocerán la labor innovadora de las empresas y los mejores procesos de digitalización a través de los IV Premios Iberquimia DIGITAL, que se entregarán en el marco de Iberquimia, el congreso nacional de la industria química, que celebrará su cuarta edición el próximo 4 de abril y que pretende ser una vez el punto de reunión, debate y reflexión anual del sector químico español.

En esta edición, Iberquimia reconocerá mediante los IV Premios Iberquimia DIGITAL la labor innovadora de las empresas y los mejores procesos de digitalización según cuatro categorías: La planta del futuro (un reconocimiento a la planta que mejor integre el concepto de digitalización, que permita control de planta en tiempo real, logrando así mejoras significativas en materia de calidad, seguridad y medio ambiente); Ciberseguridad industrial (premiará el conjunto de prácticas, procesos y tecnologías diseñadas para gestionar el riesgo del ciberespacio derivado del uso, procesamiento, almacenamiento y transmisión de información utilizada en la industria química); Habilidades digitales (que premiará al mejor plan empresarial de formación de sus trabajadores para desarrollar habilidades digitales que permitan a ingenieros y operadores de planta optimizar los procesos, control y mantenimiento de planta o utilización de los datos) y, por último, Digitalizar para innovar, que reconocerá al mejor proyecto de digitalización que haya permitido introducir o desarrollar una innovación relevante. Además, se concederá un premio CEO Químico Digital a directivos.

Como en ediciones anteriores, el congreso Iberquimia contará con una zona expositiva, otra de networking, y una serie de mesas redondas en las que se debatirá sobre medioambiente, eficiencia energética, industria 4.0, mantenimiento industrial. Cuatro mesas temáticas debatirán a lo largo de la jornada estas propuestas innovadoras. Todas las mesas estarán moderadas por responsables de entidades y asociaciones vinculadas a cada área tematica. De esta forma, abrirá el congreso la mesa de medioambiente, en la que participarán compañías como Denios, Conterol y Acciona Industrial. Le seguirá a continuación la mesa sobre la eficiencia energética, en la que ya han confirmado su participación compañías como Bosch Industrial. El mantenimiento, la seguridad y el control de procesos en el sector químico serán abordados en una tercera mesa por compañías como Acciona Service, Weg Iberia e IFS, mientras que en la última de las mesas que conforma este congreso, que versará sobre la Industria 4.0, ya ha confrmado su participación la compañía Swagelok.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado el decreto que recoge la creación de una Comisión Interdepartamental para la Promoción de la Industria en Andalucía, que estará adscrita a la Consejería de Hacienda, Industria y Energía, pero que contará con la implicación de los siete ramos cuyas competencias tienen incidencia en el desarrollo del sector industrial. La nueva comisión tendrá como finalidad la colaboración en la coordinación, planificación, seguimiento y evaluación de las actividades de promoción industrial, con objeto de proponer al Consejo de Gobierno las medidas necesarias para impulsar el desarrollo industrial en Andalucía y establecer el cronograma de implantación, a través del consejero de Hacienda, Industria y Energía.

La Comisión, que se reunirá en el plazo de 15 días para designar a sus miembros, estará presidida por el viceconsejero de Hacienda, Industria y Energía, mientras que la vicepresidencia estará ocupada por la secretaria general de Industria, Energía y Minas. Este órgano estará compuesto, además, por otros nueve vocales cuya designación dependerá de cada una de las consejerías correspondientes (Presidencia, Administración Pública e Interior; Empleo, Formación y Trabajo Autónomo; Educación y Deporte; Agricultura, Pesca, Ganadería y Desarrollo Sostenible; Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad (y Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, una estructura que se justifica, asegura la Junta, en el hecho de que son numerosas las áreas de competencia que tienen incidencia en el desarrollo del sector industrial, tales como las relativas a simplificación administrativa, internacionalización del tejido empresarial andaluz, empleo y formación para el empleo, formación profesional, industrias y cadena agroalimentaria, prevención y calidad ambiental, economía, desarrollo e innovación empresarial, tecnologías de la información y telecomunicaciones, apoyo a las empresas, emprendimiento y fomento de la cultura emprendedora, ordenación del territorio e infraestructuras.

Los primeros grupos de trabajo de la nueva comisión abordarán la simplificación y eliminación de trabas regulatorias y administrativas, la globalización industrial en su vertiente de internacionalización, captación de inversiones y posicionamiento de Andalucía en el entorno industrial global, y la adaptación de la formación a las necesidades de la industria.

Los sindicatos y asociaciones empresariales más representativas serán consultadas preceptivamente en el seno de los grupos de trabajo, y estos incorporarán, en su caso, las aportaciones realizadas en los informes, análisis y propuestas que se sometan a la Comisión. Además, y a propuesta del consejero de Hacienda, Industria y Energía, y del consejero competente en el área que se trate, podrán elevar al consejero de la Presidencia la creación de otros grupos de trabajo.

El sector industrial andaluz representa el 12% del PIB regional, con una aportación que alcanzó los 18.776,4 millones de euros en 2017, muy lejos aún de los datos nacionales (18%) y de otras comunidades autónomas como Navarra (29%), País Vasco (26%) o Cataluña (17%). Sin embargo, la Junta apuesta por que la industria aporte mucho más a la riqueza andaluza, ya que engloba a empresas que «crean empleo de más calidad, atraen talento, invierten en I+D+i y generan una cadena de valor conformada por empresas auxiliares industriales y de servicios», asegura el gobierno andaluz en un comunicado.

Duro Felguera, a través de su filial DF Calderería Pesada (DFCP), ha firmado un contrato para la fabricación de siete equipos a presión, destinados al proyecto de ampliación Fondo de Barril que el Cepsa está ejecutando en su refinería de Gibraltar – San Roque. El contrato comprende el diseño, aprovisionamiento, fabricación y transporte a destino de siete equipos de acero al carbono con espesores de hasta 120 mm. Los recipientes, que se fabricarán en los talleres de DF en Gijón, formarán parte del Hidrocracker que permitirá, junto al resto de fases del megaproyecto, que la instalación de CEPSA se convierta en una de las más eficientes e innovadoras de toda Europa. Su ejecución supondrá una inversión de más de 1.000 millones de euros en la instalación y generará más de 2.000 puestos de trabajo.

Este proyecto se suma a la estrecha relación que las dos compañías mantienen desde hace más de 30 años, asegura Duro Felguera en un comunicado. Una colaboración en la que la empresa ha trabajado de forma activa con la petroquímica como cliente final en diferentes áreas: ha fabricado equipos a presión como columnas, aerorrefrigeradores o reactores; ha realizado actividades de suministro, montaje y aislamiento en ampliaciones de varias refinerías propiedad de la multinacional petroquímica; y ha diseñado y construido terminales de almacenamiento de crudo, esferas de almacenamiento de gases o ampliaciones de terminales de Gas Licuado de Petróleo, entre otros proyectos.

Con este nuevo contrato, DF Calderería Pesada suma tres adjudicaciones conseguidas en las últimas semanas con diferentes multinacionales del sector.

El proyecto de renovación de la refinería de Cepsa en San Roque, el conocido como ‘fondo de barril’, recibió el pasado mes de noviembre  luz verde municipal, con el visto bueno del Ayuntamiento de San Roque a la aprobación definitiva del Plan Especial de Seguridad (SEPI), que posibilitará la ampliación de Cepsa en 35 hectáreas para desarrollar actividades productivas.

El fondo europeo de infraestructuras Marguerite ha comprado una participación mayoritaria (el 80%) de las dos plantas fotovoltaica desarrolladas por OPDEnergy en Mérida y Puerto Real, con capacidadd de 50 Mw cada una y que forman parte de la capacidad adjudicada a la compañía en la última subasta de renovables.

En concreto, la planta de Puerto Real (Miramundo) prevé culminar los trabajos de construcción este mismo año. Ocupará una superficie de 136,7 hectáreas sobre unos terrenos catalogados como no urbanizable de uso rural-agrícola-ganadero, situados cerca del Barrio Jarana, tras el campo de golf Villanueva. Para su conexión a la red será necesario construir una nueva línea de alta tensión de 1.229 metros de longitud, que será totalmente subterránea y que permitirá la evacuación de la electricidad generada a la subestación de Endesa de Puerto Real.

Una vez que esté conectada a la red, la planta de Puerto Real generará una producción equivalente al consumo de 26.000 hogares.

Liderado por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y otras cinco instituciones financieras públicas de Europa, entre las que se encuentra el Instituto de Crédito Oficial (ICO), el fondo Marguerite localiza sus inversiones en activos renovables, energía, transporte e infraestructuras digitales. Creado en 2009, ha respaldado iniciativas como parques eólicos en alta mar en Bélgica y Alemania, parques eólicos de interior en Suecia, centrales solares en Francia, plantas de biomasa en Portugal, una planta de recuperación de energía en Polonia, infraestructuras de transporte en Croacia, Irlanda, Italia y España, infraestructuras digitales en Francia e Italia, así como el apoyo a activos de transmisión y almacenamiento de gas en Letonia.

El sector eólico ha invertido en Andalucía en torno a los 4.000 millones de euros y genera más de 9.000 empleos, según los datos del “Estudio Macroeconómico del Impacto del Sector Eólico en España” presentado por la Asociación de Energías Renovables de Andalucía (CLANER) y la Asociación Empresarial Eólica (AEE) y que ha sido elaborado por la consultora Deloitte.

El informe realiza un repaso por la industria eólica y su impacto en la economía española y andaluza desde el año 2005, y refleja una contribución de al Producto Interior Bruto (PIB) español del 0,31 por ciento en 2017. En Andalucía, desde CLANER se asegura que la aportación del sector eólico en al PIB regional se sitúa actualmente en el 2,56 por ciento.

En el acto de presentación del informe, celebrado en la CEA, tanto el director general de la AEE, Juan Virgilio, como el presidente de CLANER, Alfonso Vargas, han destacado que las cifras de incremento de la eólica en España ofrecen una visión objetiva del papel relevante que esta tecnología desempeña en la economía actualmente y también de cara al futuro, siendo el sector eólico “uno de los que puede estar más orgullosos de su adaptación al cambio y de su capacidad de superación”.

Los representantes de ambas organizaciones empresariales han coincidido en subrayar que “para que la eólica siga siendo un sector relevante para la economía española y andaluza, necesitamos avanzar en cinco aspectos clave: estabilidad regulatoria, visibilidad a largo plazo, formulación de un sistema adecuado que garantice la rentabilidad razonable, un método de subastas con calendario establecido y una regulación para la repotenciación y la extensión de vida de los parques eólicos”.

En la actualidad, la mayor parte de la potencia renovable instalada en Andalucía procede de la energía eólica, con 3.338 megavatios de potencia instalada en sus 153 parques, lo que  representa el 14,61 por ciento del total nacional. La energía eólica en Andalucía cubre las necesidades de electricidad de más de 1.445.000 hogares andaluces y evita la emisión de más de 3,6 millones de toneladas de CO2 al año.

A nivel nacional, el estudio demuestra la relevancia del sector eólico en la economía española. En 2017, el sector contribuyó con 3.394 millones de euros al PIB y generó 22.578 puestos de trabajo, son olvidar otros datos de valor añadido del sector, como la mejora de la balanza de pagos, la reducción en la dependencia energética y en los gastos en importaciones de combustibles fósiles (9,2 millones de tep), la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (cifrado en 25 millones de toneladas de CO2) y la reducción en los precios de la electricidad.