Las empresas piden una política industrial «a largo plazo» basada en la innovación
Las empresas han pedido hoy al Gobierno una política industrial a largo plazo, que se base en los tres aspectos fundamentales que inciden directamente en la productividad del sector: innovación, digitalización y formación. Esta es una de las principales conclusiones a las que se ha llegado en el acto de presentación del libro ‘Innovación y competitividad: desafíos de la industria española’, editado por Funcas, en la sede de la Cámara de Comercio de España, y que hace un diagnóstico sobre las dificultades que presentan las empresas y la industria españolas para competir en un entorno cada vez más globalizado y complejo, con una competencia tan intensa que provoca pérdidas de producción y empleos.
En este contexto, el secretario general de Industria y de la PYME, Raúl Blanco, que ha clausurado el acto, se ha comprometido con el sector productivo a regular mejor “y no más” para incrementar la productividad en el sector industrial. “Es necesario aprovechar el momento de consenso que existe actualmente sobre el valor de la industria para sentar las bases a futuro de un marco estratégico que concluya en una Ley de Industria”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, ha afirmado que el reto es ayudar a crecer a las empresas del sector industrial para conseguir una industria más potente y con mayor peso en el PIB y en el empleo. Bonet ha puesto de relieve que el empleo generado por la industria, un 12,5% del total de ocupados en España, es de mayor calidad que la media nacional “y se encuadran en sectores con nivel de intensidad tecnológica alta o medio alta, que exigen una mayor cualificación”. Según el presidente de la Cámara, la industria ha sido un elemento fundamental en la internacionalización de la economía española y en la actualidad representa más del 50% del total de exportaciones.
Por su parte, el director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha precisado que el principal problema empresarial español es “la baja productividad, que crece poco en el tiempo”. En el periodo 2013-2018, por ejemplo, la productividad creció en España un 0,3%, la mitad que en la Unión Europea (0,7%).
Los expertos coinciden en que mejorar la innovación y la productividad es clave para la prosperidad de España. Según Emilio Huerta, coordinador de la publicación junto a Mª José Moral, las empresas con una productividad media del trabajo más alta son las francesas, seguidas de las alemanas, las italianas y, en último lugar, las españolas. “La productividad media de Alemania es un 36% superior a la de España y la de Francia un 48% superior. Por clases de tamaño la mayor diferencia en productividad con Alemania se produce dentro del colectivo de microempresas donde las empresas alemanas superan en productividad a las españolas en un 72%”, explica en su artículo.
Además de la relación entre tamaño y productividad empresarial, el estudio de Funcas se detiene en los retos ante la globalización y la revolución digital, la internacionalización, las políticas industriales, las políticas de recursos humanos, las diferencias salariales en el inicio de la expansión económica en 2014, los retos medioambientales y los costes energéticos, entre otros.