Al inicio de su intervención, introducida por el Presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, Velázquez quiso enviar un recuerdo “a los familiares de los fallecidos por el coronavirus” así como el agradecimiento general “a quienes han estado en primera línea de esta pandemia”

El discurso del primer ejecutivo de Acerinox se enmarcó en la mesa dedicada al sector industrial y comenzó recordando que las regiones que cuentan con mayor peso de la industria sobre su PIB han mantenido mejor el empleo y se recuperaron antes que la media después de la última crisis” además de poner en valor que los centros de decisión se encuentren en España; “es un privilegio trabajar para una multinacional española”, subrayó.

Velázquez explicó que “es necesario estimular la economía en el corto plazo impulsando la demanda” así como garantizar la competitividad de la industria y de la economía real a largo plazo”.

Velázquez explicó que en “la industria competimos por atraer inversiones y negocios con otros países incluso dentro de nuestros propios grupos empresariales” y consideró fundamental “la flexibilidad de las empresas para adaptarse a los ciclos del negocio”.

Además,  puso de manifiesto “la necesidad de contar con talento joven, atraer jóvenes y potenciar una buena formación profesional orientada a las necesidades de la industria, en cuyos programas podemos participar las empresas industriales a través de la formación dual”.

Para poder competir y evitar deslocalizaciones de plantas de producción “necesitamos un precio de la energía competitivo, que es uno de los lastres de nuestra industria” ya que los elementos diferenciadores para competir son “nuestra productividad y eficiencia” y los “únicos componentes locales de nuestros costes son la energía eléctrica y los laborales”.

Velázquez también recordó los esfuerzos en Sostenibilidad que está haciendo la industria en general y puso como ejemplo que “Acerinox emite en su proceso un 30% menos CO2 que la media mundial del sector y el tránsito por barco desde Asia a España supone aproximadamente un 20% de las emisiones de nuestro proceso. Simplificando podemos afirmar que cerrando Acerinox en España reduciremos nuestras emisiones como país pero estaremos emitiendo un 50% más a nivel mundial”.